jueves, 13 de junio de 2013

A lo tonto, a lo tonto...

Creo que es algo natural a la gente que dibuja que de repente, te pones a dibujar cualquier cosa. Un par de círculos o una línea curva y empiezas a darle forma aquí y allí. Primero una cara o quizás una estructura corporal o postura y empiezas a poner un detalle aquí y otro allá, y casi con desgana descubres que el dibujo subyacía debajo de esos trazos ligeros. 

Empiezas a escarbar, y a rellenar unas zonas de sombras y volumen, y cuando te quieres dar cuenta tienes que terminar lo que habías empezado, porque quieres saber qué hay en ese trozo de papel en blanco que se presentaba ante ti. El otro día me pasó esto mismo, y éste fue el resultado (muy dungeonero, por cierto, lo mismo les interesa a +Tiberio Sempronio Graco y +Kano Goblin para su Trasgos y Mazmorras ;D). 



¿Os pasa lo mismo a vosotros?

4 comentarios:

  1. Síiii, pasa mucho. Incluso muchas veces, estos dibujos que no te planteas salen mejor que otros que abordas directamente, y da un poco de rabia :P

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    1. Cierto, cierto. Cuanta más responsabilidad encima más cagadas comete uno. Qué horror XP

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  2. Y también está el problema del “Y si...“. Y si le añado esto? Y si aqui pongo unas sombritas? Y si... y al final no sabes cuando parar antes de cruzar la delgada linea entre el detalle y la sobrecarga xD

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    1. Mira, en eso no había caído pero efectivamente me pasa mucho, a veces me lío a poner cosas y no sé cuando parar, jajaja.

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